Miles de cubanos retornaban este sábado a sus hogares, que habían abandonado preventivamente por temor al huracán Sandy, que dejó 11 muertos y millonarias pérdidas en viviendas y cultivos tras su paso por Cuba. Las provincias más afectadas fueron Santiago de Cuba, Holguín y Guantánamo.
Los sectores más devastados por el meteoro fueron la vivienda y la agricultura. En Santiago de Cuba más de 137.000 casas se han visto afectadas, a lo que hay que unir centenares de hectáreas anegadas por las lluvias en la región central.
Sandy dejó 11 muertos en la isla -nueve en Santiago de Cuba y dos en Guantánamo- entre ellos un bebé de cuatro meses que pereció aplastado al derrumbarse su casa.
Este balance convierte a Sandy en el segundo huracán más mortífero de los que han azotado a Cuba en medio siglo, después de Dennis, que dejó 16 muertos en julio de 2005.
Y detrás de las frías cifras, de los datos escuetos, está la gente. Los rostros angustiados de los amigos, las lágrimas de los familiares, sus casas devastadas, su desesperanza…
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